En 1989 nació la Directiva 89/106/CEE, para productos de la construcción, que regula la obligación de marcar los productos con el sello CE “Conformité Européenne”.
Desde esa fecha, los fabricantes europeos, para poder usar la marca CE, debemos someter a nuestros productos y sistemas de fabricación a un sinfín de controles , regulaciones, auditorias y ensayos , que realizan organizaciones independientes externas, ajenas los fabricantes, y que garantizan que los productos que ponemos en el mercado cumplen los estándares mínimos a que obliga la legislación europea a nivel de resistencia mecánica , estabilidad, higiene, salud y medio ambiente y seguridad en caso de incendio. Y todos esos ensayos y pruebas se pueden consultar en el registro de la Marca CE que existe en cada país miembro. Por eso, cuando adquirimos un producto con sello CE estamos tranquilos porque sabemos que detrás hay mucha inversión, trabajo y esfuerzo de mejora por parte de las empresas europeas.
Sin embargo, últimamente ha aparecido una marca “China Export”, que colocan los fabricantes chinos de modo aleatorio, y también se identifica como CE, pero que no les obliga a nada, sino que simplemente indica el origen del producto. Es una marca engañosa que crea confusión al consumidor.
Esta marca China Export copia la tipología y grafía de la marca europea CE, variando solamente la distancia entre las letras (ver imagen adjunta ) y si el comprador no está muy atento, puede confundirla con facilidad. (igual que ocurre con la expresión Made in P.R.C, que significa “Popular Republic of China”).
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