Sabanza estamos comprometidos con la calidad de nuestros productos y de su mejora, así como de su uso y rendimiento para el usuario.
Por eso ahora que estamos en pleno invierno es momento de recordar que, especialmente si usamos combustibles sólidos, es necesario realizar un mantenimiento y limpieza periódico de los tubos y conductos de nuestras chimeneas, estufas y calderas de calefacción.
¿Y por qué? Porque los combustibles sólidos, al arder, van depositando hollín en las paredes de los tubos. Cuando este hollín su acumula, hace que se reduzca la sección efectiva de evacuación y se reduzca el tiro real de la chimenea, lo que provocará que caliente menos y gaste más combustible (este fenómeno será más o menos rápido en función del combustible utilizado).
Para realizar un mantenimiento óptimo, recomendamos seguir las instrucciones que la Asociación Española de Fabricantes de Estufas, Chimeneas y Cocinas para combustibles sólidos (AEFECC) contempla en el documento disponible en su web y que puede descargarse pinchando aquí .
Si lo hacemos así, conseguiremos ahorrar combustible pues ganaremos en rendimiento de nuestros aparatos, contaminaremos menos y mejoraremos la seguridad de su uso.