En este caso vamos a comprobar los peligros que produce el exceso de combustible en barbacoas y chimeneas
Muchas Barbacoas son fiestas familiares o con amigos que se celebran al aire libre asando una buena carne. Y cuando hay muchos invitados, se intenta ganar tiempo “haciendo mucha brasa”, y para ello, sobrecargamos la barbacoa de leña o carbón, especialmente si disponemos de una barbacoa de grandes dimensiones.
¿Y que ocurre…?. Pues que ese exceso de combustible ” se nos va de las manos” …y de la barbacoa, y , como se ve en la foto de cabecera , Las llamas salen de la barbacoa tanto por la boca como por la chimenea, y no solo no podemos asar sino que, además, generamos un elevado riesgo de incendio, como se puede ver en la foto del titular.
Y el incendio se puede producir alrededor de la barbacoa, por alcance directo de las llamas a material combustible cercano, y también a distancia, por el efecto de las chispas y llamas que salen por la chimenea y que el viento mueve. Además, el exceso de combustible genera un exceso de calor y una tremenda humareda, que se expande por todo el entorno de la barbacoa, impidiendo trabajar. Por lo que al final, se retrasa el tiempo de asado, y,por tanto, se tarda más tiempo pues hay que esperar a que el fuego “se tranquilice”.
Solución propuesta: Calma y tranquilidad para que tu fiesta no se arruine. En vez de llenar a tope, pongamos media carga de leña o carbón y empecemos a trabajar. Al final, emplearemos el mismo tiempo, pero conseguiremos aprovechar mejor la leña y, por tanto, ahorraremos no solo tiempo, sino dinero también.
Además, este exceso de combustible acelera el envejecimiento de los materiales que componen la barbacoa . Pero eso será objeto de estudio en otro caso aparte.
